Depeche Mode ilumina el BBK Bilbao Live Festival 2009 con su oscura música
La cuarta edición del BBK Bilbao Live Festival presentó a bombo y platillo antes de finales de 2008 que tendrían como cabezas de cartel a Depeche Mode, en una maniobra comercial muy similar a la realizada por los responsables del FIB en 2006. La edición de 2009 se presentaba complicada por varios factores (uno de ellos la crisis) y contar con un grupo de gran tirón era una garantía de éxito. Como en el caso del FIB, juntaron a ese anuncio una oferta de adquisición del bono de tres días que parece no funcionó muy bien. Además, Depeche Mode actuaría el primer día, cosa que no ayudaba demasiado al éxito total de la propuesta. De todas formas, los responsables del festival estaban satisfechos en todos los aspectos días antes de dar comienzo el evento.
El BBK, aun siendo muy joven, es uno de los festivales más valorados del país. En tiempos de crisis, el presupuesto se mantiene y el cartel tiene su aquel. Pudimos comprobar que el festival está muy bien organizado en todos sus aspectos. Se llega rápidamente en autobús al lugar desde un par de localizaciones cercanas. Una vez allí tienes todos los servicios cubiertos; buena oferta de comida y bebida, lugares de descanso, y comodidad en general. Especialmente efectiva fue la salida, muy fluida y bien organizada. Un sobresaliente a los organizadores.
Entrados en harina, estuvo claro durante la primera jornada que gran parte del público iba a ver a los Depeche. Antes del concierto el personal pasaba bastante del resto de actuaciones. Entre comer, beber, conocer el lugar, descansar algo, y escuchar a lo lejos a grupos como Editors, quienes en su despedida deseaban a su ‘escasa’ audiencia que lo pasaran bien con Depeche Mode, ya tenían suficiente.
Mientras los técnicos preparaban el escenario y se escuchaba, mucho más bajo de lo habitual, el set-list preparado por Martin Gore, la audiencia (más de 18.000 según los organizadores) se iba agolpando lo más cerca del escenario, cuya majestuosidad se vio mermada al presentarse en formato festival (sin bola en la pantalla y juego de luces sin movimiento). Sorprendentemente, se mantenía la pasarela lateral, algo absurdo como se vería a continuación. Tras el concierto, gran parte de los asistentes abandonaba el lugar para descansar, después de ver a su banda favorita.
Con puntualidad británica se presentaba el grupo liderado por Dave Gahan para iniciar su show con In Chains, tema que abre también su último disco. Al grupo le costó calentar al público. No sé si porque se trataba de un público, en parte, festivalero o porque Tour of the Universe ofrece un set-list algo flojo al principio. Seguramente sería una mezcla de ambas cosas. Sólo una parte del personal participaba en la fiesta, y los primeros 45 minutos, salvo algunos fogonazos como Wrong o Walking in my Shoes, pueden resultar algo monótonos.
Es de valorar que un grupo como Depeche Mode, que gira con cada disco, sean capaces de ofrecer algo distinto cada vez. Y no me estoy refiriendo al montaje, cosa que no es muy complicado de hacer, sino al sonido. Suenan diferente, suenan más potentes, más auténticos. Lástima que el ingeniero de sonido no tuviese su noche en Bilbao; serán cosas de los festivales. Es increíble cómo temas clásicos como Never Let Me Down Again, Personal Jesus, o Enjoy The Silence suenen diferente, con melodías diferentes, cambios de ritmo diferentes,,, realmente sorprendente.
Después de que el público se entregase por fin al grupo alzando los brazos en la ya omnipresente Never Let Me Down Again y se mosquease algo en un interludio algo largo (Gahan tenía problemas musculares), la banda volvió para ofrecer un único bis (otra vez, recortes de los festivales) con Stripped y Personal Jesus. El público, aunque muy feliz, se quedó con ganas de más.